La aportación máxima depende del límite de la retribución total que se puede destinar como retribución en especie, y no podrá ser en ningún caso superior a 99.999 €/anuales. El salario en especie no podrá superar el 30 % de las percepciones salariales del trabajador ni dar lugar a la minoración de la cuantía íntegra en dinero del salario mínimo interprofesional.

Es importante destacar que las aportaciones a los Planes de Jubilación Colectivos de retribución flexible, en territorio común, no computan para el límite de aportaciones a productos del sistema de previsión social voluntaria (planes de pensiones, planes de previsión asegurados y planes de previsión social empresarial), permitiendo que los trabajadores puedan optimizar su retribución y la planificación de la jubilación utilizando ambas tipologías de instrumentos. 

Los empleados podrán disponer del saldo del seguro colectivo si se encuentran en alguno de los supuestos excepcionales de liquidez y acreditan la documentación necesaria. 

Las formas de cobro y reconocimiento del derecho a las prestaciones del plan de jubilación colectivo, derivadas de las anteriores contingencias, podrán ser:

• Prestación en forma de capital, consistente en una percepción de pago único. En razón de una misma contingencia, un beneficiario solo podrá obtener una única prestación de esta modalidad.
  
• Prestación en forma de renta financiera, solo para las contingencias de jubilación. Consiste en la percepción de dos o más pagos sucesivos con periodicidad regular, incluyendo al menos uno de ellos cada año, pudiendo ser de cuantía constante o variable.
• Prestaciones mixtas que combinen rentas de cualquier tipo con un pago en forma de capital, de acuerdo con lo establecido en los apartados anteriores. 

Para la empresa, las aportaciones que hace como tomadora del seguro en nombre de sus empleados (asegurados) no son deducibles en el Impuesto de Sociedades hasta el momento de la prestación.

Para el empleado, las aportaciones no se imputarán en la base imponible del IRPF, reduciendo el tipo de retención y la tributación se diferirá hasta el momento del cobro de la prestación. 

La prestación percibida por el empleado tributa en concepto de rendimiento del trabajo en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y, en caso de fallecimiento, el/los beneficiario/s tributará/n por el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones (ISD).